La importancia del envasado en la industria alimentaria
Hablar de envasado de alimentos y productos embolsados es hablar de la conservación de su calidad. Solimix, empresa especializada en el envasado industrial de todo tipo de productos para terceros, explica su importancia.
Envasado, mucho más que una garantía de conservación
En todas las fases que intervienen en el proceso y comercialización del alimento, el envase tiene importancia vital. Pero ¿por qué?
Carta de presentación del producto
Los productos embolsados y otros envasados no solo proporcionan una mejor conservación del contenido, prolongación de su tiempo de vida o información al consumidor. También es el recurso que genera el impacto visual que, en muchos casos, hace que el usuario se decante por un producto en lugar de otro.
Protección del contenido alimentario
Por otro lado, un envase adecuado evita el paso de sustancias nocivas al interior, garantizando la inocuidad del alimento y que este no se contamine. Además, las empresas que se dedican al envasado de alimentos, realizan un control exhaustivo de los materiales con los que se fabrica. De lo contrario, puede ocurrir que el propio envase provoque alteraciones en el color, sabor, textura u olor de los alimentos, lo que incluso puede comprometer la salud del consumidor.
Mejora de las propiedades del alimento
Si bien el envase estándar cumple con funciones de contención, protección e información, existen ciertos formatos que incorporan elementos de mejora de la calidad del alimento. Es el caso de los antioxidantes naturales (por ejemplo, los tocoferoles). Con este procedimiento de adición, es posible aumentar la vida del alimento, pues retrasa la oxidación de ciertos compuestos. Hablamos, en definitiva, de envases activos, que van mucho más allá de la protección frente a las condiciones externas.
Favorece la atmósfera interior
Cada vez más fabricantes apuestan por métodos de conservación de alimentos como el envasado en atmósfera modificada. Con este proceso, es posible reducir el crecimiento microbiano y la velocidad de las reacciones químicas internas. Para ello, los especialistas recurren a la reducción del oxígeno y el aumento de dióxido de carbono y/o nitrógeno, que tienen una gran potencia destructora de bacterias, hongos y otros patógenos.
Fuente: solimix.com