¿Por qué invertir en monitoreo de aire?

Uno de los factores críticos de control en una planta de fabricación y/o procesamiento de alimentos es el aire y los contaminantes que puedan estar presentes en este medio. Según la Organización Mundial de la Salud, se consideran sustancias contaminantes del aire a materiales cuya presencia en concentraciones específicas puede tener consecuencias negativas directas o indirectas para la salud humana y el medio ambiente. 

Los datos sugieren que el aire contaminado, sobre una base anual, es responsable de 7 millones de muertes prematuras en todo el mundo, lo que lo sitúa como uno de los ocho factores etiológicos de muerte más importantes.

Es por el aire que agentes aerosoles como el polvo y el agua pueden propagar peligrosos microorganismos que pueden afectar los estándares de calidad e inocuidad de una planta, como son los casos de bacterias, virus, hongos, o incluso alergenos.

Aunque los microorganismos patógenos pueden entrar en contacto con un producto alimentario de diferentes formas, el aire es a menudo una fuente importante de contaminación, especialmente en las plantas que procesan leche y productos lácteos, carne de cerdo, aves de corral y carne de vacuno. La calidad microbiológica del aire en la industria es proporcional al nivel de riesgo del producto.

Debido a la facilidad por la cual el aire puede propagar potenciales amenazas para la industria alimentaria, es fundamental tener un control de este factor por medio de herramientas de monitoreo de aire.

¿Qué es el monitoreo de aire y cómo se realiza?

En términos simples, esta es una práctica de medición de agentes contaminantes en el aire de un espacio determinado, como el de una planta de procesamiento y/o fabricación de alimentos. El objetivo de este procedimiento es reducir la carga biológica del aire para obtener productos de mejor calidad, menos contaminación, mayor vida útil y mayor satisfacción del cliente.

Es recomendable que las plantas de procesamiento de alimentos realicen programas de control del aire para detectar posibles fuentes de contaminación semanalmente. El muestreo del aire de varias zonas (producto acabado, proteínas, zonas de productos frescos, etc.) proporciona información sobre la posible contaminación microbiana, es decir, conocer la población microbiana, el número de unidades formadoras de colonias por metro cúbico de aire (UFC/m3) de una zona determinada puede servir para predecir las posibilidades de contaminación de los alimentos.

Identificar las áreas de flujo de aire potencialmente contaminado, como la calefacción o el aire acondicionado o en el que las personas entren y salgan es el primer paso para mapear áreas de riesgo. El uso de mapas espaciales ayuda a la interpretación de estos datos y es una herramienta visual que muestra fácilmente los aumentos o disminuciones de UFC/m3. 

Así, este es un procedimiento que puede replicarse a la hora de muestrear el aire de su planta de procesamiento o fabricación de alimentos:

• Tome muestras de tres metros de diámetro de una zona determinada. 
• Haga un muestreo de 50 a 500 litros de aire sobre un medio específico.
• Mapee los resultados, comparando el resultado de antes y después del tratamiento de aire. 
• Si detecta recuentos superiores a 300 UFC/m3, debe aplicarse una acción correctiva y vuelva a tomar muestras del aire en la zona de almacenamiento. 

Para tomar muestreos y detectar estos microorganismos en el aire de su planta de forma eficiente, es posible recurrir a muestreadores de aire microbiano. Estos dispositivos son capaces de aspirar aire de 100 o 200 l/m con la mínima intervención de un operario, además de tratarse de dispositivos ligeros para manipulación, protegidos contra daño de polvo y agua, y acondicionados para reducir el riesgo de contaminación.